lunes, 14 de febrero de 2011

JORNADA FLAMENCA

Hola mundo!
Sábado 12 de febrero, 20:30 horas, Madrid, Teatro Circo Price. Buena temperatura, buenas compañías y buenas vibraciones para una noche flamenca variada: Tomatito + Marina Heredia.
Este blog quiere hacer mención a esta jornada flamenca, gracias al XIX (¡19 ediciones y yo sin enterarme!) Festival Flamenco Caja Madrid. Queremos sólo dar nuestra opinión, modesta, dado que está basada en nuestros sentimientos y experiencias, y eso sólo es nuestro.
En compañía de flamencas parejas, gracias Ana, Almu, Isra y José, y por sorpresa con colegas profesionales, tomamos asiento en la fila 3 de la tribuna baja A. Muy buena la visibilidad desde todo el recinto, con un sonido de calidad. El cartel auguraba algo de sorpresa y de anhelo, por lo de la nueva estrella y la estrella consagrada.

José Fernández Torres "Tomatito"

Empieza Tomatito, acompañado por otra guitarra muy joven, dos cantaores, percusión, un bajo eléctrico que aparecía en los temas menos flamencos y un bailaor que no se destapó hasta el final.
No dijo ni media palabra, pero su guitarra sí habló. Con muy buen tino nos enseñó temas de su nuevo disco, entremezclando algunos temas de sus hazañas con Michel Camilo y algunas flamencuras en memoria de Camarón. Si bien es cierto que Tomatito es un monstruo, se percibe en él una personalidad humilde, generosa, abierta y flexible, cuando había momentos en los que ni se le notaba en la sala, dando todo el protagonismo a sus compañeros de escena. Puede verse como una crítica o una gran virtud, pero nos dejó bien alimentados.
Mención especial para Lucky Losada, grande a la percusión, así como para el bailaor José Maya, que taconeó inspirado. Siempre estamos esperando un fallo aquí, allá, en aquel punteo sucio, en aquel tema demasiado sin sentido, pero lo cierto es que agradecimos todo el talento derrochado por el grupo completo. ¡Bien Tomate!
Descanso de 15 minutos, micciones, cigarro y pa dentro, que viene la Marina. La Marina del ejército no, Marina Heredia Rios, natural de Granada, con una notable voz de la que ya dan cuenta 3 discos. Empezó por levante, con muy buena ubicación y adaptación al escenario. De seguido una soleá, lo que más gustó a María curiosamente, fue muy templada y bien armonizada, sentó las bases para que nadie dude de su flamenco. Grande su compañero de las 6 cuerdas, cuyos problemas técnicos con la cejilla nos permitieron ver que en el flamenco la métrica y el compás están en lo más hondo. El silencio tambien suena con José Quevedo "Bola". Siguieron alegrías, fandangos del albaicín, seguiriyas y una rueda de fandangos a la memoria de Morente, que sinceramente, pusieron los pelos de punta.

Ole y ole

Hay algo que todos pudimos apreciar, y es que, aunque canta con grandes facultades, su potencia juega a veces en su contra, por exceso, mucho cante es rematao en éxtasis. Digamos que tiene una forma muy intensa de ponerle el alma a su cante quebrado. Y es que nadie puede negar que lo da todo, Marina absolutamente se vacía.
Otra cuestión es el conjunto que la acompañó, una pareja de chicas que nos regalaron unos escasos coros y buenas palmas, y en los temas finales, bulerías y tangos, dos guitarras que hicieron auténticas virguerías, espectaculares punteos a la par, con una compenetración y un sonido cuanto menos particular y llamativo, a sabiendas de un estilo muy propio: Ricardo Rivero y José Quevedo, para seguir de cerca.
En fin... una gran velada la de aquella noche!! Volveremos pronto con más y mejor.
Saludos.

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