miércoles, 28 de septiembre de 2011

Zaragoza Delicias

En este reciente viaje, donde empecé perdiendo un avión, lunes a las 5:30 en planta, he visto Barcelona, Tarragona, Lleida, Huesca y Zaragoza. Digo visto porque ni he podido mirar con detenimiento como lo hice en Marbella. Barna, llena y cosmopolita, Tarragona, dulcemente montañosa, con costa y un Ebro que raja la tierra imponiéndose. Lleida, sobria y amable, como Huesca plana y abrupta por igual (increíble Alcolea de Cinca). Y Zaragoza. Si bien la primera impresión cuenta mucho en este y en todos los mundos físicos, tengo que mencionar q mi brevísima estancia en la ciudad de Fluvi, mascota de la Expo del agua (sin duda Curro mola mucho más), me ha chirriado hasta asustarme. Zaragoza Delicias es la multiestacion tren-cercanías-buses-ave que con vistas al pasado cercano, financieramente ciego y bulímico, demuestra como el ser humano se equivoca de pleno. El complejo edificio, que alberga un hotel, desde fuera se adivina inmenso, brutal, como un transatlántico varado en mitad de Aragón, con un acceso propio de un aeropuerto, salidas y llegadas, entradas y mas entradas, se trata de una burbuja estúpida, pésimamente aprovechada. Preparado para un ataque aéreo donde cabe medio Zaragoza apenas hay locales desperdigados entre esquinas y rincones con una inmensidad que asusta, sentí una tristeza enorme al ver lo efímero de las hoy tan necesitadas inversiones. De eslora por lo menos 250m vacíos, y eso que había feria de energías renovables.
Me acuerdo de Madrid y sus olimpiadas, mas de lo mismo. El bucle capitalista ha colgado el programa. Esto merece pragmáticamente y por el bien de todos un botonazo. ¿Donde esta el reset?

No hay comentarios: